El escritor y actor Ricardo Joven regresa a los escenarios españoles para dar vida a uno de los intelectuales más destacados e influyentes de la historia de la humanidad y de cuya genialidad se derivaron importantes hallazgos para el universo científico.
Sinopsis "Einstein y el Dodo"
Más allá del saber, la lógica y los descubrimientos emprendidos por el propio Einstein, con esta nueva obra de teatro, su director Carlos Martín, con el apoyo del Teatro del Temple, nos quiere trasladar a un tiempo pasado, más concretamente al año 1945, momento en que se dio por concluido uno de los conflictos mundiales más aterradores y en los que el ser humano cometió las mayores barbaridades contra su propia especie y el resto del planeta: La Segunda Guerra Mundial. Todos los medios radiofónicos de entonces anunicaban la derrota de Adolf Hitler y sus tropas ante el avance de los aliados, la época del terror había concluído.
No obstante, por aquel entonces, la crueldad y violencia del ser humano llegó a sus máximos extremos con el lanzamiento de las bombas atómicas contras las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos, en aras de alcanzar "la victoria y librar al mundo de un enemigo común que había apoyado a Hitler en su ambiciosa empresa". Si no teníamos suficiente con la masacre y persecución a la que el Führer sometió a la población judía, el bando de los aliados tampoco adoptó una postura admirable al comportarse de esta forma y aniquilar, no ya a los soldados japoneses, sino a civiles, mujeres y niños, que aquel año fueron víctimas de las explosiones nucleares.
Einstein fue llamado por los estadounidenses para fabricar estas bombas. Ignorante de lo que estaban maquinando los norteamericanos, los cuales sabían perfectamente que Japón estaba a punto de rendirse, Einstein colaboró en este proceso. Tal fue la congoja, tristeza y sentimiento de culpa que se apoderó de su corazón, que el científico se vio obligado a recluirse en un apartamento de Manhattan para no volver a mirar al mundo, avergonzado por haber contribuir, sin saberlo, a tal masacre.
Es en este punto donde comienza la historia de Carlos Martín, en un guión e interpretación del propio Ricardo Joven . Encerrado entre las cuatro paredes de su apartamento estadounidense, en mitad de los cientos de papeles con sus fórmulas y ecuaciones científicas desperdigadas por su escritorio y rodeado por diversas pizarras donde se dedicaba a plasmar sus conocimientos y conclusiones más ingeniosas, Einstein se aleja del mundo, de forma que poco a poco, en su interior, el miedo y la culpabilidad se van acrecentando y extendiendo como una oscura y sombría mancha.
Con temas musicales como "Lo que el Viento se llevó" y los noticieros radiofónicos en las voces del locutor Jorge Usón como telón de fondo, Einstein tiene en mente, en mitad de la oscuridad de esta habitación, un único objetivo: grabar en audio sus reflexiones y parte de su vida a la hija que nunca llegó a conocer: Liesserl. Esta joven se convierte en la esperanza que lleva al científico a tener un motivo por el que vivir y seguir adelante, a pesar de que la oscuridad se haya apoderado de su alma.
Muy pronto, entre anécdotas y recuerdos de su vida, Einstein opta por relatar a su hija desconocida la historia de los misteriosos y mágicos Dodos. En realidad, nos referimos a una especie de ave, muy similar a la paloma que, ante el miedo de una catástrofe natural, se vieron obligadas a dejar sus hogares y emprender el vuelo a tierras desconocidas en busca de una nueva vida.
Finalmente llegaron a las costas de una enigmática isla , donde, ante la ausencia de depredadores, estas aves empezaron a evolucionar hasta transformarse en lo que se conoce como pájaros Dodo, nombre derivado del extravagente y curioso sonido que producían. Perdieron sus alas e incrementaron de tamaño. No obstante, cuando el ser humano arribó a estas costas, años después, se encargó de acabar con la vida de hasta el último animal de estas características.
Tras "Einstein y el Dodo"
Realmente "Eisntein y el Dodo" es una obra minoritaria pero que, a pesar de no contar con grandes efectos visuales, la verdadera fuerza de la obra reside en su diálogo y en las inmejorables y superlativas interpretaciones de Ricardo Joven, quien ejerce el papel del genio intelectual a la perfección . Sus gestos y movimientos hacen del todo creíble su personaje.
La obra hará reflexionar al espectador sobre muy diversos temas, lo que logrará que esta velada de una hora y media de duración no sea tiempo perdido.
1) Indudablemente, uno de los temas centrales de la obra hace alusión a la capacidad del ser humano para destruir todo lo que le rodea, aunque sea de su misma especie. Las palabras "Extinción, Mente Criminal" de su fórmula E=Mc2 dan cuenta de ello.
Esto último lo vemos reflejado en ese símil que se establece entre las barbaridades cometidas por el hombre al lanzar las bombas atómicas acabando con la vida de miles de inocentes, y la destrucción y posterior extinción total de los Dodos .
Una vez más, nos damos cuenta que el único responsable de las guerras en el mundo y el deterioro del medio ambiente y sus habitantes no es otro que el ser humano, quien se cree dueño de todo lo que le rodea, y en posesión de esta idea arrasa con todo lo que se encuentra a su paso.
2) Por otro lado, también se reflexiona sobre esas alas de los pájaros que permitieron a las palomas primigenias huir temerosas de una posible catástrofe. En su etapa evolutiva, los Dodos perdieron esas alas porque ya habían perdido el miedo, se encontraban en su hogar, donde podían disfrutar junto a sus seres queridos en paz y armonía. Esa transformación en Dodo es la que experimenta el propio Einstein cuando se cubre con un disfraz que representa a esta mítica ave, dando cuenta que el miedo que podía haber sentido estos últimos años también había desaparecido.
3) Igualmente, nos hace reflexionar sobre los sueños y la imaginación. Einstein llegaba a decir que uno de sus sueños en la infancia era volar a lomos de un rayo de luz. Hoy en día, la gente ha dejado de creer en la magia y se ha vuelto más materialista. Einstein, en cualquier caso, pensaba que más allá del conocimiento, la imginación constituía una fuerza mucho más poderosa.
4) No obstante, para él, la necesidad del saber y el conocimiento era fundamental y nos recuerda que en la vida, cualquier persona, siempre tiene que aprender a cada paso que da en el camino.
Sin duda alguna "Einstein y el Dodo" es una obra sencilla, orientada a un público que sea capaz de ver más allá de esa sobriedad y del monólogo de un actor en mitad de un diminuto escenario. Alejada de la magnificencia estética de las grandes supreproducciones teatrales, "Einstein y el Dodo" consigue llegar a lo más íntimo de cada uno de nosotros, pues sus palabras ocultan un significado que se convierte en objeto de reflexión.
Información de Interés:
-En Cartel: se representa hasta el próximo domingo 1 de Julio.
-Duración: 1 h y 20 minutos
-Horarios: de miércoles a sábado a las 20:30 horas y el domingo a las 19 horas.
-Precios: 14 euros y, en el caso de pensionistas, estudiantes y grupos se reduce a 10 euros.
-Ubicación: Teatro Espada de Madera en Madrid, calle Calvario, 21.
Fuente Imágenes 2, 3 y 4 Jorge Inarejos Merino
Resto Imágenes Teatro del Temple y Espada de Madera.
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