

Datos históricos sobre la Plaza del Dos de Mayo
El bullicio preside siempre la zona, sobre todo en verano, cuando las terrazas conviven con los bancos y parques, sirviendo de descanso y de base para una charla animada entre amigos mientras se toma algo.
Es curioso que siglos atrás fuera ocupado el terreno por un edificio señorial, el Palacio de Monteleón en concreto. Fue construido en 1670 por los marqueses del Valle, duques de Monteleón y Terranova. Con huerto, jardín y fuente de mármol, este lugar sirvió como residencia de personalidades de la alta nobleza y realeza. Tuvo un papel importante en la historia, puesto que en 1807 se convirtió en parque de artillería ante el levantamiento antes mencionado que tuvo lugar el 2 de mayo de 1808.


Como detalle, no sé si te habrás fijado en un arco que se encuentra justo en el centro de la plaza, rodeado por una valla. Pues bien, esta estructura es lo que queda del palacio, puesto que correspondería a su entrada principal. Casi pegando se erige también una estatua creada por el escultor Antonio Solá en 1822 que conmemora el levantamiento. Las figuras representan a los oficiales Daoz y Velarde, primeros héroes que evitaron la invasión francesa. También sigue en pie otro arco que servía como vía de separación con el convento de las Maravillas, sitio que no se conserva hoy en día debido al nuevo trazado de calles.
Algún templo aún se conserva, como la Iglesia de San Justo y Pastor y Nuestra Señora de las Maravillas, edificada en el siglo S.XVII, aunque no sabe bien por quién. Se encuentran por una de las calles de la parte trasera de la plaza. En este lugar está la Virgen de Nuestra Señora de las Maravillas.


Volviendo a los distintos usos que ha tenido la plaza del Dos de Mayo, su transformación en una zona de ocio fue evolucionando hasta convertirse en zona de reunión. De hecho, la famosa Movida Madrileña, cuna de una generación, tuvo su principal epicentro en esta zona. Y algo queda de esa época de explosión de la libertad en la que experimentar era casi una obligación.
No en vano se encuentra en Malasaña, uno de los barrios más alternativos de la capital por excelencia. Sin duda su gran riqueza se encuentra en la mezcla de generaciones, las antiguas que echan de menos las reuniones habituales y locales tradicionales del lugar, y las nuevas que ven encantadas como lo moderno y lo vintage conviven en perfecta armonía.
Fuente Imágenes: Wikipedia, Tejiendo Madrid y Nicolas Vigier