

Una de las zonas más concurridas es el Pantano de San Juan. Este embalse se encuentra en San Martín de Valdeiglesias, a 70 km de Madrid. Esta especie de mini-playa congrega en verano a multitud de personas que buscan una escapatoria al calor seco madrileño.
Tiene 14 kilómetros de playa y allí se pueden practicar deportes acuáticos e incluso aquellos que quieran hacer nudismo en algunas partes más escondidas.
También está las piscinas naturales de Rascafría (Las Presillas y La Isla), donde nos encontramos con presas formadas a partir del agua del río Lozoya. Tiene amplias zonas de césped y aseos para comodidad de aquellos que se acerquen a dar un baño.
Un poco más lejos de la capital, descubrimos las piscinas de Riosequillo, de Buitrago de Lozoya. Se encuentran en parajes naturales muy preparados para la estancia de los visitantes con instalaciones deportivas, restaurantes e incluso agua clorada, que hace recordar a una piscina pública.
Otra área natural donde podemos pasar un día de piscina es Cercedilla. Allí se encuentran Las Dehesas, pozas situadas en el transcurso del Arroyo de la Venta. Aquí también tienen agua clorada y dispone de punto de información, mesas, aseos y espacios preparados para los que quieran hacer senderismo.
Por último, a 50 kilómetros de la capital se encuentra la playa La Pavera, en Aranjuez. Esta piscina natural cuya agua proviene del río Tajo forma una superficie de recreo donde los más pequeños pueden meterse sin problema debido a su escasa profundidad. También cuenta con aparcamiento y mesas para comer.
Todos estos sitios tienen comunicación a través de transporte público (autobuses o cercanías), pero es recomendable si se puede ir en coche.
Fuente Imagen: por Jexweber.fotos