

El local posee dos amplios salones y otro más privado pensado para las celebraciones íntimas tanto de grupos como de parejas. De hecho, esta zona privada tiene una entrada independiente a la del propio restaurante. Tiene un diseño clásico y sencillo ( los colores madera y verde predominan en el local, así como la bodega) con claros detalles que muestran el tiempo que lleva este establecimiento creando sus mejores platos, nada más y nada menos que 35 años. Para la época de verano también dispone de dos terrazas tanto para tomar algo rápido como para comer tranquilamente.
Entre los variados platos que nos encontramos en su carta, podemos destacar algunos como el pulpo a la brasa, el sapito a la brasa con salsa bilbaína o la paletilla de cabrito. Tienen la mejor selección de verduras y carnes para ofrecer a sus clientes. Aunque es cierto que aquí son famosos por su deliciosa carne a la brasa. También podremos degustar deliciosos postres como el dulce de leche con helado de vainilla o la tarta dos manzanas. Con todo esto, no hay que olvidar tampoco su extensa y rica vinoteca, que hará las delicias de los amantes del vino.
También hay que destacar su excelente servicio. Los camareros atienden con total eficacia y simpatía controlando cada cierto tiempo si todo está del agrado del comensal.
La relación calidad-precio es aceptable teniendo en cuenta la gran calidad de sus productos. El precio por persona ronda los 25-35 euros. Abre todos los días de 13:00 a 16:00 y de 21:00 a 00:00. Cierra los domingos por la noche.
Para pasar un rato distendido y disfrutar de buena comida, esta es una opción muy recomendable.
¿Y tú?, ¿has acudido alguna vez a este restaurante?, ¿qué platos incluidos en el menú te gustaron más y nos recomendarías?, comparte tu experiencia en este espacio enviándonos un comentario al final de este artículo. Tu opinión cuenta.
Fuente Imagen Aida Aldeguer.