

Esta artista oriental tiene seis décadas de trayectoria a sus espaldas que han dado para mucho. Esto es lo que ha querido ofrecer el museo de arte contemporáneo a través de esta exposición-homenaje temporal.
Sus 150 piezas expuestas conforman distintas áreas: pintura, dibujo, escultura….Se muestra una recopilación muy variada desde sus primeros trabajos como los collages fotográficos alucinógenos, o sus obras más famosas como son los Infinity Net (1960-1970) o las Accumulation Sculptures (1960-1965). La exposición incluye además una obra que representa otra visión del espacio infinito.


Para completar el recorrido artístico de esta japonesa, se proyectan sus más polémicas performance y también hay una sala específica para la muestra de documentación gráfica. Aquí aparecen fotografías, portadas de periódicos y de revistas o carteles de algunas de sus exposiciones con la finalidad de contextualizar a la artista.
En este recorrido podemos ver a través de sus obras las distintas épocas plasmadas desde su perspectiva. Sus primeras obras manifiestan la devastadora situación de Japón después de la Segunda Guerra Mundial. Años más tarde se trasladó a Nueva York, donde cambió su estilo donde las redes se componen de un repetido gesto de manera sucesiva.
Cuando empieza a tener reconocimiento por sus obras, vuelve a la escultura manteniendo este nuevo estilo. Más tarde creó collages con estas características de repetición, y protagonizó performance artísticos con banda sonora del grupo de pop-rock The Group Image.
Su vuelta a Japón en los setenta no fue muy fructífera, pero tras su ingreso en un hospital por voluntad propia, prosiguió su creación artística incluso en el mundo literario.
Aún hoy sigue creando, plasmando su obsesión por el infinito en el montaje que ha diseñado expresamente para la exposición del Museo Reina Sofía, denominado “Infinity Mirrored Room – Filled with the Brilliance of Life”.
Fuente Imágenes: Gerard Stolk vers l’Assomption Watz