

Muchas veces nos resistimos a cambiar de colchón, pero esta pereza puede terminar pasando factura a nuestra salud y bienestar. Si nos atenemos a los estudios oficiales, nos daremos cuenta de que los españoles somos los que más tardamos en efectuar el cambio, más concretamente 12, 6 años. Esto último quiere decir que nos retrasamos dos años más de lo recomendado por los expertos, quienes estipulan la cifra de 10 años como el período de uso de nuestro colchón.
El mero hecho de elegir el colchón apropiado nos ayudará a mantener la buena salud de nuestra espalda. A pesar de que aparentemente observemos nuestro colchón en buen estado, puede estar dañado en su interior desde hace tiempo sin que seamos conscientes de ello.
¿En qué fijarnos al comprar un colchón?
Antes de adquirir nuestro colchón, hemos de considerar una serie de consejos fundamentales. En primer lugar, hemos de tener en cuenta para cuántas personas va a ir destinado nuestro colchón. Para una cama individual, lo mejor es optar por un modelo de 90 cm de ancho por 15 cm de la altura del usuario. Para una cama de matrimonio, hemos de mirar aquellos modelos que dispongan de zonas de descanso independientes para moverse con mayor flexibilidad.
Por otro lado, hemos de considera el modelo de colchón que mejor podría adaptarse a nuestras necesidades. Un buen ejemplo de la amplia variedad de estos medios de descanso existentes en el mercado, lo encontramos representado en los colchones Tempur.


Entre otras variantes, destacamos las de latex, que por sus propias características se ajustan a la perfección a nuestro cuerpo y articulaciones, siendo mucho más duraderos que los de muelles. Resistentes tanto al polvo como a la suciedad, estos colchones son hipoalergénicos y flexibles, facilitando en todo momento nuestra circulación al no crear puntos duros de por medio.
Igualmente, disponemos de los colchones de espuma, los cuales pueden cortarse a medida para ajustarlos a los dimensiones de una cuna o un sofá. Con el uso frecuente, este tipo de colchones terminan perdiendo firmeza, por no hablar de que no regulan de forma adecuada la temperatura.
Otros modelos son los de muelles, más ampliamente demandados por los españoles. Esta variante es mucho más ecológica, firme y transpira adecuadamente. No obstante, uno de sus inconvenientes es que no disponen de compresión, por lo que no podrán ceder a las diferentes presiones de nuestro cuerpo.
No olvides que el colchón elegido debe ser recto, firme, y mullido al mismo tiempo para que pueda adaptarse a la forma de nuestro cuerpo y así proporcionarnos el descanso necesario.


Determinados nos recomiendan elegir la firmeza del colchón en función del peso de la persona. De esta forma, se aconseja adquirir un colchón firme para personas que pesan más de 100 kg, uno medio para los que pesan entre 70 y 100 kg y uno blando para los que pesan menos de 70 kg.
¿Qué otros factores tenéis en cuenta a la hora de comprar vuestro colchón en Madrid? Y para saber qué modelo elegir lo mejor es consultar esta guía