Francisco de Goya ha sido uno de los pintores más grandes que ha dado la pintura española y madrileña, un auténtico fenómeno de la pintura muy conocido por todos. Pero en nuestro blog de Madrid hemos querido recuperar parte de las leyendas de Madrid: la vida de Goya. Porque el pintor guarda una interesante historia de su vida.
En esta historia hay dos aspectos a destacar. Por un lado, la labor de un genio como fue Francisco de Goya, y por otro, la belleza innegable de la decimotercera Duquesa de Alba: Cayetana de Silva.
Goya llega a Madrid para crecer como pintor. En aquel entonces, la Duquesa de Alba estaba casada con José Álvarez de Toledo, que era hijo de los conocidos marqueses de Villafranca. El pintor y la duquesa eran amantes, o al menos eso se rumoreaba. La maja y la sordera del pintor fueron un capítulo de la historia muy significativo.
Pero lo realmente interesante de esta leyenda es el último deseo de Goya antes de su muerte: quería que su cabeza descansara al lado del pie de Cayetana. La Duquesa falleció en 1802 y fue enterrada en la iglesia del Noviciado de los jesuitas. Esta iglesia fue demolida y los restos de la amada fueron trasladados a la Sacramental de San Isidro.
En 1828 murió en Burdeos Francisco de Goya; el pintor fue enterrado en la localidad francesa y posteriormente trasladado a Madrid, cuando en 1880 los restos mortales de Goya llegaron a España, concretamente al cementerio de San Isidro, donde descansó definitivamente en la ermita de San Antonio de la Florida, en el año 1919.
En aquel 1880, la leyenda de Goya se genera por sí sóla, ya que entre los restos mortales no se encontraba la cabeza del pintor. Es aquí cuando la leyenda se antoja sustentosa y dichosa: ¿conservará el cuerpo de Cayetana sus dos pies?, en caso negativo, ¿estará uno de los pies de la Duquesa con la cabeza del pintor?, y en ese caso, ¿dónde demonios se han enterrado ambos?
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