

Las puertas de Madrid
De entre todas ellas, sin lugar a dudas la Puerta de Alcalá es una de las más conocidas, hasta el punto de considerarla como una de las siete maravillas de Madrid. Esta puerta data de la época de Carlos III y está en la calle Alcalá, muy cerca de la fuente de Cibeles.
La Puerta de Toledo puede ser la segunda en importancia. Se construyó en el siglo XV y era algo así como el inicio del camino que llevaba a Toledo, y de hecho, la calle Toledo comienza aquí. Está en la unión de la Ronda de Segovia con la Ronda de Toledo.


Por otro lado está la Puerta de San Vicente, muy cerca de la Puerta de Toledo. Esta puerta está en frente del Centro Comercial Príncipe Pío, entre el Paseo de la Florida y la Cuesta de San Vicente. Data del siglo XVIII y fue hecha como parte de entrada al Palacio Real.
La Puerta de Hierro se sitúa en la unión de las carreteras M-30 y de la A-6. Data del siglo XVIII y tiene estilo barroco. Se diferencia del resto en que no se encuentra en el casco urbano de Madrid. Originalmente formaba parte del cerramiento del Monte del Pardo, utilizado como coto de caza real. Actualmente la puerta es inaccesible por estar rodeada completamente por carreteras.
La Puerta Real da paso al Jardín Botánico, en la acera del Paseo del Prado. Fue diseñada por Sabatini en el siglo XVIII siguiendo los deseos del rey Carlos III. La puerta está compuesta de hierro y granito y tiene 3 huecos, un arco central (el principal) y dos laterales más pequeños. Las dos garitas que están a los lados fueron trasladadas ahí en el año 1976, durante las obras de restauración del Jardín Botánico
Otra puerta es la Puerta de Felipe IV, que da entrada el Parque del Retiro. Se construyó en el año 1680 y fue utilizada como arco del triunfo para la esposa de Carlos II, María Luisa de Orleans. Se trata de un monumento de origen barroco del arquitecto Melchor de Bueras y en un principio se encontraba en la Carrera de San Jerónimo, siendo trasladada a su actual ubicación a mediados del siglo XIX.