Desde fruta y hortalizas hasta instrumentos de cocina conforman su variedad de productos, la mayoría de ellos de segunda mano, de estos tradicionales rastros. En Madrid podemos destacar tres mercados callejeros importantes.


El primero de ellos, y el más grande es el rastro de Cascorro. Se le llama así porque empieza en la plaza de Cascorro y termina en la Glorieta de Embajadores.
Su gran dimensión no evita que se formen grandes aglomeraciones cada domingo o festivo. Encontramos desde cuadros antiguos hasta una gran variedad de ropa que uno puede ver cómo le queda en los probadores improvisados que algunos dueños del puesto hacen con tela. Es recomendable ir temprano (abren a las 9:00 de la mañana) para evitar en lo posible estas multitudes y más ahora que ha llegado el calor.
Otro de los rastros más importantes, que ha sido cambiado de sitio hace unos años, es el de Tetuán. Emplazado desde 2005 en la Avenida de Asturias de manera temporal, es también un mercado variado y popular. Aunque la afluencia de gente es importante, es menos agobiante y más fácil de ir con los niños. La circulación de vehículos está cortada en el periodo que dura el rastro, y los transeúntes interesados pueden comprar hasta ropa interior a precios de ganga.
Y por último, está el mercado de Entrevías, que se encuentra en la zona de Puente de Vallecas. Se exponen productos de todo tipo a precios que no suelen superar los tres euros, un detalle a tener en cuenta. Sobre todo son interesantes los productos alimenticios, que suelen tener ese sabor natural que se echa de menos para los que compramos en el supermercado.
Destaca ese ambiente popular tan característico que se respira entre los tenderos y que contagian a los clientes habituales del rastro. Todos abren domingos y festivos en sus respectivos espacios, y su horario habitual es de 9:00 a 14:00.
Fuente Imagen: http://farm1.static.flickr.com/57/153793960_a22653d38a_m.jpg, por Elsua