Las leyendas tienen esa parte de verdad y esa otra parte mística, como así versa la leyenda de la calle del Arenal, una de las zonas céntricas de la capital y que seguramente tiene muchas cosas que contarnos. En nuestro blog de Madrid recuperamos parte de estas historias con esta leyenda.
La calle que hoy conocemos como Arenal, al lado de la Puerta de Sol, debe su nombre al antiguo camino de arena y tierra que llegaba hasta el centro de Madrid.
Aquí estaba el llamado barranco de la Zarza, un lugar junto a un río y que la Historia ha destacado en algunas ocasiones, pero que se escapan al objeto de esta leyenda.
Sea como fuere, en la calle Arenal existía, a comienzos de siglo XX, con una casa misteriosa y casi tétrica, que todo el que pasaba no podía menos que pararse a mirarla, aunque fuera de soslayo. Un caserón viejo, de esos que en días de lluvia no invita, ni mucho menos, acercarse a sus inmediaciones.
La leyenda cuenta que en esta fantasmagórica casa, tuvo lugar un asesinato, no sabiéndose muy bien la fecha en la que se produjo. Se sabe que fue hace muchos, muchos años, cuando el diablo campaba a sus anchas y condenaba a todos los herejes, llevándoselos a sus territorios infernales.
Al parecer, un marido descubrió a su esposa manteniendo relaciones sexuales con otro hombre, en su misma casa, a lo que el marido no tuvo más remedio que matar a los dos, en la misma cama del mismo caserón misterioso.
El hombre se fue para siempre de la ciudad, nadie sabe a dónde, aunque se especula que acudió a un templo de monjes a desconectar de la vida. Eso sí, antes de partir a su nuevo destino, el marido se cercioró de dejar el caserón cerrado a cal y canto. Se habla de que en el interior del caserón habitan los espíritus de los adúlteros, que dan pie a esta leyenda de la calle del Arenal.
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